El sur de la Florida se ha convertido en uno de los lugares donde más se paga por el alquiler de una residencia en todo Estados Unidos.
Las personas que alquilan una casa o un apartamento en el sur de la Florida gastan un promedio de 44 % de su ingreso en renta, casi un 15 % más que el promedio nacional que es de un 30 porciento, detalla El Nuevo Herald. Los datos los dio a conocer Zillow.com, un servicio por internet que se dedica al inventario de viviendas.
Con estos números, el sur de la Florida se posiciona como el tercer lugar donde más se paga por alquiler, esto a la par con San Francisco, según concluye el estudio de Zillow. Solo la ciudad de Los Ángeles y Sarasota superan al sur de la Florida, donde las personas gastan el 48 y 47 porciento de su salario, respectivamente.
Hace 10 años, los inquilinos del sur de la Florida pagaban el 34 % de su ingreso en renta, 8 % más que el promedio nacional para el mismo tiempo. Ahora esa cifra ha aumentado un 29 %, casi el doble del incremento a nivel nacional que ha sido de un 15 porciento, detalla El Nuevo Herald.
Muchas de las personas que viven en el sur de la Florida y que, por distintas razones, tienen que alquilar una residencia se quejan de que los dueños de las casas y apartamentos les aumentan la renta sin control alguno.
Según la información, en el condado Broward, el costo promedio de alquiler ha aumentado a $1,378 comparado con $1,243, costo de hace tres años. Sin embargo, el ingreso medio del condado es de $63,300, el mismo desde 2011.
Mientras tanto, en el condado Palm Beach el precio medio de una casa ha subido más del 30 %, en contraste con un 18 % a nivel nacional. Por su parte, el precio promedio de una casa en Broward ha subido casi un 50 %.
Los expertos en el mercado de Bienes Raíces ponen sus esperanzas en que la construcción de nuevas unidades de vivienda abran el mercado y ayuden en la reducción de los costos de alquiler.
Sin embargo, muchos de los nuevos apartamentos son elegantes y de un alto precio. Algunos de los lujos con los que cuentan son lugares con internet disponible para residentes, estudios de yoga, wi-fi en todo el complejo residencial, salón para acicalar mascotas, cafeterías, entre otros lujos.
El panorama dejaría a los inquilinos con pocas opciones y con menos dinero en el bolsillo para las compras del supermercado, gastos médicos y cualquier otra necesidad.
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